Es un conjunto monumental formado por tres iglesias pre-románicas situadas en la confluencia de dos torrentes, el Valparadís y el Montner, en el antigüo nucleo visigótico d´Ègara, origen del pueblo de Sant Pere, que hoy es un barrio de Terrassa. Las iglesias se empezaron a construir en el año 45o cerca de la antigua Ègara romana y se cree que no se finalizaron hasta los siglos XI y XII.
Los edificios son Sant Pere, Sta. María y Sant Miquel fueron estudiados y restaurados a principios del siglo XX y se declararon monumento nacional en 1931 y bien de interés históricoartístico en 1985, pero ha sido en 1995 cuando se ha emprendido la gran obra del conjunto monumental que hoy en día se puede visitar formando parte de un bonito y cuidado complejo artístico. La antigüa rectoría la han remodelado y con una capa de cristal sobre la que podemos pasear se ven en el subsuelo todos los restos del baptisterio de la sede episcopal. Sentir la historia y conocerla siempre da cierto respeto y con una cuidada presentación se convierte en una auténtica delicia...tienes una terraza para ver todo el conjunto desde una perspectiva en alto y para estar un rato haciendo fotos en una mañana nublada...con calma !!!
La más grande de las tres iglesias es la de Sant Pere y la que da nombre al conjunto y en el interior el suelo del ábside es nada más y nada menos que de un mosaico del siglo X con motivos geométricos. Me resulta curioso escribir esto ya que nunca he prestado demasiada atención a las iglesias y lugares religiosos porque no soy especialmente aficionada a la arquitectura ni a la religión, pero a través de la fotografía me he ido filtrando en sitios con historia, y a fuerza de dejarme llevar sin mucho interés y dejando que me calasen las cosas que he ido viendo y escuchando, tengo que reconocer, que se siente algo especial en sitios como éste, y no es precisamente indiferencia.
La Iglesia de Sant Miquel es la que se encuentra en el centro del recinto y es de origen funerario por eso le llaman en la Web del Ayuntamiento “La puerta de la eternidad”. En su interior tiene una cripta que se puede visitar y 8 columnas hechas con fragmentos visigótivos reaprovechados y cuatro capiteles. No sería un mal escenario para algún corto de terror...
Al fondo se encuentra la Iglesia de Santa María con 8 siglos en sus piedras y forma de cruz latina.
La puerta de entrada dicen que es de medio punto con relieves de terracota en los montantes. Y en la fachada Sur hay un pórtico de cuatro arcos también de medio punto que hacen muy atractivo este edificio. En esta fotografía podemos ver que el medio punto es la típica puerta de estilo románico de libro, ni más ni menos, aunque yo le he dado un toque de misterio para jugar un poquito.
El diario "El País" publica en Octubre de 2009, cuando se inaugura la sede, un artículo que titulan “Vaticano románico en Terrassa, la Seu d´Ègara luce tras una restauración de 10 años”. Allí he podido enterarme de los detalles del proceso de restauración como que se han invertido 11,5 millones de euros y diez años de trabajo que han convertido al antigüo obispado en uno de los más destacados del arte cristiano europeo.
La ordenación exterior que juega con las plantas y el pavimento es muy atractivo y según los autores de la web "paisajismoonline.com" se ha intentado que armonizara con el conjunto arquitectónico.
En un principio se plantaron trigo, cebada y centeno para hacer que el suelo tuviera elementos vivos, pero el ciclo natural de los cereales hacía que en verano no tuvieran color verde, y ese es precisamente el momento en el que hay más visitantes. Ahora lo que utilizan son gramíneas rastreras, plantas herbáceas y cereales para que crezcan de forma similar a la descripción romana, que decía que la vegetación crecía de forma invasora. Es curioso saber que este proyecto en el que han intervenido arquitectos, arqueólogos, coordinadores técnicos, proyectistas, paisajistas, etc.etc. ha sido finalista de los premios FAD 2009, uno de los más importantes en diseño y arquitectura en la modalidad “Ciudad y Paisaje”.
Y si tenéis ganas de visitarlo o conocer más cosas, el Ayuntamiento de Terrassa ha publicado un libro para conocer todos los detalles de la historia de este lugar, que para mi gusto tiene un nombre precioso, Ègara.
No es una mala idea hacer una visita y en este mes si aprieta el sol no está nada mal refugiarnos a la sombra de los árboles del parque que se encuentra al lado de la Seu y que cuenta con otro bonito nombre: Vallparadís. Eso sí que es un parque !!!
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